
El Gobierno de Chile envió una nota de protesta oficial a la embajada de Estados Unidos tras las declaraciones del nuevo embajador, Brandon Judd, quien criticó abiertamente al presidente Gabriel Boric. La Cancillería calificó los comentarios de “inapropiados” y como una “intervención en asuntos internos” del país.
El canciller Alberto van Klaveren fue el encargado de expresar el malestar del gobierno. “Nos parece que las declaraciones del nuevo embajador de EE.UU. son inapropiadas y desafortunadas”, afirmó. El ministro insistió en que “sus expresiones sobre el proceso político nacional representan una intervención en asuntos internos de nuestro país y así se lo hemos hecho ver a través de esta nota de protesta”
El conflicto se desató durante la primera conferencia de prensa de Judd, quien llegó a Chile a principios de semana. El diplomático manifestó estar “muy decepcionado” por las críticas que Boric ha realizado en el pasado contra el presidente estadounidense Donald Trump, particularmente en temas ambientales. Judd llegó a afirmar que si al mandatario chileno “no le gusta lo que está haciendo su par estadounidense, entonces está teniendo un problema con el pueblo de EE.UU.”
Además, aunque aseguró estar dispuesto a trabajar con cualquier gobierno electo por los chilenos, admitió que es “más fácil” entenderse con aquellos con los que Washington tiene “más cercanía ideológica”, en alusión a la segunda vuelta presidencial de diciembre en Chile.
Según fuentes de Cancillería, la nota de protesta fue entregada físicamente al encargado de Negocios de la embajada estadounidense. Esto se debe a que, si bien Judd fue designado embajador, aún no ha presentado sus cartas credenciales y, por lo tanto, no está formalmente acreditado, lo que añade un matiz de irregularidad a sus declaraciones.
Pese a la firmeza de la protesta, el canciller Van Klaveren lamentó la situación y buscó bajar las tensiones, asegurando que Chile ve a EE.UU. “como un país amigo” y que les interesa “mantener la mejor relación posible”. El episodio, sin embargo, marca un inicio complejo para la gestión del nuevo embajador en Santiago.






